martes, 19 de octubre de 2021

𝗦𝗘 𝗡𝗢𝗦 𝗙𝗨𝗘 𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢

Hace dos días, es decir el día sábado 16 de octubre del 2021, a la comunidad ajedrecista de Riobamba nos llegó la terrible noticia de que nuestro gran amigo y compañero Diego Andrés Quizhpe Vaca nos había dejado. Quisiera compartir algunas palabras sobre los años que compartimos en esta vida terrenal.


Llegué a Riobamba en marzo del 2008, y pronto comencé a trabajar en Federación Deportiva de Chimborazo, donde sigo hasta el día de hoy. Aún recuerdo que, en mi primer día en los salones de Ajedrez del Coliseo Teodoro Gallegos Borja, en abril de 2008, me tocó dar una simultánea, donde uno de mis rivales más difíciles fue justamente Andrés. Con el espíritu de lucha y tenacidad que le caracterizaba, me dio dura lucha en esa partida, un Gambito de Dama Variante del Cambio. Logré la victoria en ese entonces, pero pude notar que enfrentaba a un rival de muy alto nivel, se le notaba un manejo sofisticado de las piezas, de la elección de planes y otras cosas más. Nos volvimos a enfrentar muchas veces más en el tablero y puedo decir sin titubeos, que ninguna partida fue fácil para mí.

Desde el año 2009 tuve la suerte de ser compañero de Andrés a cargo de la disciplina de Ajedrez de F.D.Ch, y así comenzamos a compartir prácticamente a diario. Un europeo en Sudamérica debe aprender desde el comienzo a adaptarse al medio, la idiosincrasia no es la misma, se habla y se piensa de forma diferente, el sentido de humor es distinto, y muchas cosas más. En este sentido, relacionarse con Andrés fue un verdadero paseo, como si se tratara de otro nórdico. Su carácter era sumamente respetuoso, considerado, discreto. Me decía siempre “profe” y siempre me trataba de usted, yo en cambio le decía simplemente “Andrés” y le tuteaba, cabe señalar que en Suecia todo el mundo se tutea, la palabra “usted” si bien existe no la usamos casi nunca. Hubiera preferido que me tuteara a mí también, pero pronto entendí que esto era un reflejo de su forma de ser, muy respetuosa y hasta anti conflictiva. 

Aparte de una cierta compatibilidad de valores y conductas, otra cosa que favoreció nuestra colaboración, fue la misma pasión por el ajedrez. Se conoce de ciertas tensiones o hasta conflictos entre técnicos de una sola disciplina, en cambio Andrés y yo teníamos muy pocas disputas, que se limitaban a alguna discusión sobre sistemas de desempate o modos de resolución de conflictos entre alumnos. Remábamos hacia el mismo norte. Durante los años 2009, 2010 y 2011 viajábamos con los alumnos a un sinfín de torneos en todo el país, intercambiábamos ideas didácticas en la labor diaria, organizábamos torneos los fines de semana.

En esa época surgió la Copa Chimborazo. Puedo recordar algunos días domingo a las dos de la tarde bajo el sol ardiente, cargando mesas y sillas a un camión afuera de algún colegio de la ciudad, para su regreso al Coliseo. Nadie nos obligaba a esta labor, pero los dos sabíamos que valía la pena realizarla. En aquellos años se formó una generación de ajedrecistas que luego cosecharía muchas medallas para la provincia. Se podría nombrar a muchos; aquí me limito al nombre de Kevin Noboa, futuro campeón nacional en casi todas las categorías disponibles, y medalla de bronce en el Campeonato Mundial U18 celebrado en Montevideo en el 2017.

Kevin, al igual que prácticamente todos los ajedrecistas jóvenes de Chimborazo en algún momento, se formó bajo las enseñanzas de Andrés. En esa época nos ingeniamos un esquema donde algunos días los chicos de la categoría de menores entrenaban con Andrés, y otros días conmigo. Con Andrés nunca hubo esas peleas por los deportistas de la que a veces se escucha en otros lados. Estaba contento cuando “promovía” algún alumno hacia mí, y muchas veces estos igual volverían a entrenar o practicar con él durante los numerosos torneos a los que viajábamos.

En estos años ya comenzó a rendir frutos nuestro trabajo, se lograron medallas en los diferentes Juegos del Ministerio. Como consecuencia, en el 2012 nuestra disciplina fue asignada otra plaza más de técnico de medio tiempo, a la que llegó Danny Usca, uno de nuestros alumnos, que además tenía el don de profesor. Ese año se logró un resultado histórico de nuestra disciplina: el primer lugar total entre provincias en los Juegos Nacionales Juveniles de Imbabura, con 7 medallas de oro y 1 de plata, de un total de 12 categorías. Es preciso mencionar a los protagonistas de esa hazaña: Danya Brito, Gabriela Uquillas, María Pino, Adriana Lema, Danny Usca, Santiago Miño, Álvaro Cárdenas, David Benalcázar y Henry Llamuca. La mayoría de ellos estuvieron presentes anteayer durante el velorio de Andrés, al igual que muchos otros alumnos y ex alumnos, con sus respectivas familias.

Ese triunfo nos dio una gran alegría, además de ánimos para seguir adelante. Sé que Andrés disfrutaba mucho cada vez que Chimborazo se alzaba con el primer lugar, por delante de las provincias más grandes, de mayores recursos económicos. Su patriotismo chimboracense era muy evidente, al igual que su identidad salesiana. Trabajó de forma incansable en F.D.Ch pero también en la U.E. Santo Tomás Apóstol de Riobamba, donde él mismo fue alumno. Nunca rechazó a nadie en sus clases, a veces uno entraba a su aula y los alumnos parecían sardinas; nadie quería perderse sus clases. Su cariño y preocupación por los alumnos era notable, ahí se ve la verdadera pasión de un maestro. Con muchos de ellos se hicieron amigos después, no había persona que Andrés le caía mal.

En el año 2013, gracias al campeonato obtenido en Imbabura, se nos permitió contar con otro profesor de tiempo completo, y llegó a nuestros salones Prof. Eliú Alvarado. Esta constelación (Eliú, Andrés y mi persona) ha seguido vigente hasta la fecha de hoy, marcada por una gran unidad y entendimiento entre los tres. Siempre nos hemos llevado bien con los diferentes directorios y departamentos metodológicos de F.D.Ch. Adelantándome por un momento en el tiempo, su presidente actual, Ing. Vinicio Chávez, ha brindado un gran apoyo a la disciplina de ajedrez, e incluso programó un viaje a Cuba para un grupo de ajedrecistas, que lamentablemente fue suspendido a raíz de la pandemia del Covid-19.

Hubo más éxitos para la provincia en los diferentes Juegos Nacionales y Campeonatos Nacionales, en cada uno de estos Andrés jugó un papel clave. También como jugador Andrés tuvo excelentes resultados, como por ejemplo el 4º lugar obtenido en el Campeonato Nacional Absoluto del 2019 realizado en Salinas, lo cual le posicionó muy bien para entrar al Selectivo Olímpico. Sin embargo, estas aspiraciones fueron frustradas por la pandemia y por la posterior enfermedad de Andrés.

Durante la pandemia nuestro trabajo se trasladó a la esfera virtual, donde Andrés continuó impartiendo clases con la misma energía y afán que antes. Incluso durante el deterioro de salud se mantuvo activo. El 1 de octubre, sólo 15 días antes de dejarnos, participó en la Copa Chimborazo en línea. Fue la última de tantas paradas de la Copa Chimborazo donde Andrés, aparte de organizar el evento y convocar a los deportistas, participó en el mismo para que las promesas del ajedrez chimboracense tuvieran la oportunidad de medirse con él en el tablero.

Tal como ya se ha mencionado, con Andrés, más allá de haber nacido en lugares muy distantes y con cierta diferencia de edad (él nueve años menor que yo), teníamos en común la pasión por el ajedrez en todas sus facetas: como ciencia, como materia de enseñanza y como deporte. Él tenía una excelente formación gracias a la influencia de su tío Óscar Vaca, quien siempre estuvo presente en su crecimiento ajedrecístico, y luego de Prof. Arnaldo Valdés, de quien recibió un entrenamiento más metódico, en coherencia con la metodología cubana. ¿Investigaba mucho por cuenta propia y no faltaban las preguntas tipo “Profe qué le parece esta línea contra la francesa?” o “Qué hago aquí profe contra este orden de jugadas?”.

Recuerdo que por el 2016 realizamos un torneo interno por equipos, y en esta competencia, tras numerosos intentos, Andrés finalmente logró vencerme sobre el tablero. Fue un Gambito de Volga invertido, él no salió bien de la apertura, pero luego yo perdí la brújula y cometí un gran error que me llevó a dificultades. Aún me acuerdo de su serenidad y temple al encontrarse en una posición superior. Yo hice lo imposible para que se cayera en algún bache, le coloqué todos los obstáculos disponibles, pero fue impecable en su realización de la ventaja.

Al terminar la partida, se mantuvo con total calma y me comenzó a conversar sobre cierta parte de la partida donde yo podía haber jugado mejor. Esa tranquilidad, esa falta de fanfarronería, fue algo típico de Andrés, no sorprende que nos llevábamos tan bien. También nos medíamos en otros deportes, como tenis de mesa. En una época incluso armamos una mesa provisoria de Tenis de Meda en el Coliseo y nos quedábamos después de los entrenamientos para pegarnos unos partidos, para el enfado de las respectivas familias. Había que inventarse una buena excusa al llegar a la casa.

En fin, una persona ejemplar de quien todos recibimos una lección en materias como humildad, solidaridad y respeto. Andrés era una persona que no se dedicaba a la burla, más bien se resentía cuando algún alumno lanzaba algún comentario impropio sobre otro. No te hacía preguntas indiscretas, respetaba el espacio de los demás, no le agradaba el chisme. Su labor como profesor de ajedrez fue impecable. Sólo cuando jugaba la Selección de Ecuador de fútbol, pausaba las clases, para reanudarlas con el doble de intensidad al día siguiente.

Me da gusto haber podido compartir con Andrés todos estos años de trabajo. Mis condolencias a su familia y al mismo tiempo mis felicitaciones por haber formado a un ser humano de características tan bondadosas. Sé que allá arriba me está esperando para algún día pegarnos otra partida de Ajedrez o de Tenis de Mesa.

Johan Hellsten
Técnico de Ajedrez
F.D.Ch. 

4 comentarios:

  1. Bien Profe, la muestra de aprecio para el Maestro Andrés es muy honorable.
    "Honra, para que seas Honrado"

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  2. Que hermosa y grande historia para un ser incomparable como Diego Andrés Quizhpe Vaca. Gratitud Maestro de Maestros, Johan Hellsten.

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  3. Hermosas palabras y una gran historia dando vida a cada momento que compartio Andres.
    Nuestra mas sentido pesame desde el Carchi

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  4. <Excelente profesor Johan toda una vida comprometida con el ajedrez y con la formación integral de los deportistas de su disciplina, muy bonito y triste a la vez al leer este corto fragmento de los momentos que usted ha compartido junto al profesor Andrés. Me uno a esos sentimientos de deportistas y a la vez al dolor que embarga saber que Andrés nos ha dejado. Dios lo tenga en su Santa Gloria.

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𝗦𝗘 𝗡𝗢𝗦 𝗙𝗨𝗘 𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢

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